martes, 14 de agosto de 2012

Cambiando [algunos] paradigmas de gestión

Hace unos días me invitaron del Departamento de Psiquiatría del Hospital CEMIC a participar de las Primeras Jornadas en Psicogeriatría. Con honestidad, ser invitado para contar las ideas personales, siempre me causa profunda emoción. Quizás algo de lo que uno dice valga la pena ser escuchado. En otros casos, es bueno confiar en que la memoria del auditorio sabrá olvidar sabiamente. Mi disertación abordó el tema del liderazgo en las instituciones gerontológicas y tuve oportunidad de compartir panel con el Mg. Jorge Paola, reconocido gerontólogo de gran experiencia y el Dr. Luis Allegro, Presidente de la Sociedad de Ética en Medicina. 

Aquí comparto algunas ideas y reflexiones sobre, lo que a mi entender, son los puntos claves para una gestión exitosa.



Nos seguimos leyendo!

martes, 26 de junio de 2012

El paradigma del tercer tiempo



Cambiar la manera de pensar suele ser mas difícil que derribar el muro más sólido que se nos pueda presentar. Este testimonio sobre como pensar una etapa mas de la vida, me pareció un aporte sencillo y  lúcido sobre como desarmar anclados paradigmas.

¿Por qué no animarnos a pensar una realidad donde no todo este definido? ¿por qué no pensar en un nuevo concepto de vejes y de juventud, mas adaptados a los nuevos tiempos?

lunes, 23 de abril de 2012

Apuntes para el cambio


Interesante ejemplo de cómo la manera de pensar nuestra realidad influye en la forma de percibir lo que nos rodea. ¿No nos sucede muchas veces - en el ámbito laboral - experimentar una sensación de estancamiento? ¿Es realmente así? ¿Hemos explorado en nosotros el potencial oculto que nos permita abandonar la rutina y reinventarnos en cada actividad?
Por suerte no tengo las respuestas, sólo algunas preguntas. No me desanimo, es un alentador comienzo. Cuestionarnos sobre nuestros paradigmas es el primer paso para animarnos a cambiar.

jueves, 26 de enero de 2012

La crisis del concepto geriátrico: apuntes de comunicación

Reunión con amigos. Me consultan por qué el mercado de los llamados geriátricos es un negocio triste. Me sorprendió la reflexión. No por que se tratara de una percepción descabellada, sino por la simpleza conceptual con la que se define una actividad. Trate de hacer mía esas palabras y tratar de encontrar una respuesta. Quizás para quedarme más tranquilo con mi conciencia puesto que como experto en temas de comunicación y gerontología, no podía dejar la situación inconclusa. Soy un convencido de que las organizaciones deben gestionar como un activo más su reputación e imagen corporativa. La gran batalla que deben dar todas las empresas que pretendan instalarse y sobrevivir en los negocios es conquistar un lugar en la mente de sus públicos, tanto interno como externo. Para esto hay que invertir tiempo, creatividad y esfuerzo. No se trata de cuanto dinero destinemos, sino de lograr convencernos de que es importante hacerlo puesto que posee un retorno de lo invertido de manera concreta. Los territorios a conquistar en esta pretendida batalla serán tanto el de lo racional pero por sobretodo el campo emocional (en sentido amplio, claro está).

Los hoy mal llamados geriátricos -puesto que la geriátrica remite al concepto médico de la salud y por lo tanto considera a la vejez como una enfermedad (si, así como suena) es una licencia conceptual, propia de otras circunstancias, que se ha instalado con el correr del tiempo. Esta aclaración es válida puesto que estas organizaciones deben y merecen modificar su imagen corporativa sosteniendo sus atributos diferenciadores: asistencia médica pero también psico-social a la vejez, estimulación, recreación e integración social del adulto mayor a su entorno (lo que los gerontólogos españoles definen como la atención centrada en la persona). En definitiva: un nuevo concepto de calidad de vida para un nuevo contexto. Basta con destacar que si nuestra expectativa de vida avanza, ¿por qué no ha de avanzar y mutar el concepto e imagen de las organizaciones que se dedican al cuidado de los mayores?

Puede parecer hoy un sector triste, pero solo lo será si aquellos que tienen a su cargo la dirección de los centros de mayores (me resisto a decirles geriátricos) abandonan este nuevo enfoque mas amplio que puede potenciar y revitalizar la mirada con la que vemos y percibimos a estas organizaciones, los actuales y futuros usuarios.

lunes, 2 de enero de 2012

Balances de año

Balance es una palabra muy utilizada en estas épocas de cierres e inicios. Suelo pensar que todos tenemos historias válidas que recordar de vez en cuando. Particularmente creo que este año he realizado un breve y quizás olvidable aporte a lo que se puede llamar la biblioteca de la gestión (si es que ese adminiculo existe y si – además- se encuentra algún anaquel ene que depositar mi obra literaria). La guía que he publicado me ha dado la oportunidad de llegar con mis palabras y experiencias a más personas e instituciones de las que al inicio de mi viaje proyecté. Considero que eso ya es una recompensa. No se si merecida, pero digna de ser recordada con el paso del tiempo.

Destaco en especial mi presentación en Rosario, una ciudad de esas en las que uno no puede más que sentirse a gusto y en su propia casa. La biblioteca del Club Español fue un marco más que especial e intimo para dar a conocer algunas de mis ideas. Muchos se reunieron para escucharme y compartir conmigo ese momento, pero sin duda he sido yo el que ha aprendido una lección de todo este cometido. Cuando termine mi exposición, no sé por que motivo especial, recordé una breve pero contundente frase de Concepción Arenal: “las cosas son imposibles, cuando lo parecen”. Hoy puedo afirmar que tuvo sentido recordar esas palabras. Mucho es lo que se empeña cuando debemos cambiar la forma de pensar y de obrar sobre la realidad de las organizaciones. Tal vez es más difícil de lo que creemos o sólo lo estamos viendo desde una sola perspectiva. Rosario me enseñó que no estaba equivocado en arrojarme a escribir sobre el cambio de la realidad.

Muchas personas para agradecer en estte periplo: Miguel Lifschitz, Intendente de Rosario, Fernando Asegurado, Secretario de Gobierno del Municipio de Rosario, Sergio Ramos, Director general ed Relaciones Internacional del Municipio de Rosario, Julio Olmos Lablanca, Consejero de Trabajo e Inmigración, Cristina Alcover, Responsable de la Sección de Trabajo e Inmigración del Consulado, Fernado Martinez WesterHausen, Cónsul General en Rosario y tantos amigo que me honraron con su presencia y apoyo.

Les dejo algnas imagenes que dan testimonio de esa valiosa experiencia.