lunes, 29 de junio de 2009

De Nuevos y Viejos Ordenes


Es paradójico, pero Kirchner cometió los errores que advierte SunTzu. Pensaba en la estrategia previa de designar a todos los altos referentes a nivel provincial y nacional para ser la avanzada en esta pugna electoral. Si, se trato de una pugna como las que antaño se libraban en Pavón o Cepeda. Recordaba algunas notas sobre historia de la guerra que supe leer hace algunos años. Siempre me llamo la atención la táctica de squares que utilizaba la infantería británica durante el siglo XIX. Esta era a la vez innovadora puesto que la práctica usual consagraba el avance en camadas de infantes a la orden de sus oficiales. Los squares permitían tener tropa de refuerzo para poder asestar otro golpe o defenderse de la carga de la caballería ligera. Recuerdo también que en los campos de batalla de las guerras napoleónicas, la infantería se formaba en línea para demostrar su poder e intimidar al adversario. Las batallas se establecían con tiempo y se desarrollaban en campos de batalla. Comenzaban a una hora pautada y el procedimiento comenzaba con una descarga de artillería para causar el mayor número de bajas en la infantería contraria. En aquella época las balas de cañón no explotaban. Vale decir, su poder de fuego estaba dado por el peso y la velocidad a las que eran arrojadas. El terreno debía ser seco, puesto que de esta manera el poder de fuego era mayor, ya que estas balas podían realizar varios piques y así llegar más lejos. Wellington, encontrándose con una artillería menor a la Napoleón en Waterloo, se dice que pronuncio “God give me rain or give me Blücher”. Era penado con la muerte el moverse de la fila ante la inminencia que una bala del cañón enemigo iba a impactar en algún infante. De modo que el soldado debía esperar y resignarse estoicamente a la inminencia de su suerte. Ningún general permitiría que una fila o formación se disperse para evitar los impactos, puesto que sería traducido como una debilidad.
Las elecciones del 28J tienen una representación similar a lo que me vino por estos días a la memoria. ¿Por qué sacrificó a su alta oficialidad en un primer ataque? Napoleón maldijo al Mariscal Neil cuando desobedeció la orden de esperar y lanzó su carga de caballería al flanco derecho de Wellington. ¿Era necesario comprometerse tanto en una elección legislativa?. Si está en juego la gobernabilidad: ¿qué han hecho en estos años para evitar los desastres que ahora sobrevendrán? ¿Realmente todos los funcionarios que llevaron adelante retóricas incendiarias realmente lo creían? Y si no es así: ¿ qué clase de dirigencia constituyen dado que no saben o pueden decir no ante la insensatez?.
El daño hecho con estos resultados no es solo para el Frente para la Victoria. En definitiva es una conglomerado de actores políticos que hoy siguen ( o seguían) a Kirchner. Estas elecciones fijaron fecha de muerte para el actual sistema de partidos políticos. Si las características que reúnen los partidos – a nivel general – es la de ser canales de representación de la ciudadanía, ser vehículos para la emergencia de nuevos dirigentes, discutir ideas, establecer programas de acción de gobierno y aspirar al poder, todos esos postulados, que ya se encontraban en crisis, hoy merecen una nueva definición funcional.
Si los partidos ya no son canales orgánicos para que surjan nuevos líderes y hace falta obligar y colocar en la primera línea a personajes que no asumirán sus funciones, ¿cómo podemos hacer para canalizar los intereses de llegar al poder para cambiar la realidad?
En los últimos días (parecieron mas de los que puedo contar) tomé contactos con algunos colegas que desempeñan funciones en diversos poderes del Estado. Me sorprendió la fuerte carga ideológica que tenían sus discursos. Algunos me llegaron a mencionar en más de una oportunidad términos como liberación u oligarquía. La lógica del amigo enemigo y del juego de suma cero, lo confieso, me genero profunda preocupación. En realidad, me alarmo ese comportamiento ya que los conozco desde que defendían al Riojano y defendían tanto el rol de un Estado mínimo como forzar la Constitución para propiciar la Rere. (¿Se acuerdan del neologismo?). No creo que se reprochable madurar en términos políticos. Pero me parece peligroso que utilicemos la lógica de George Orwell y su 1984. Recuerdo que en algunos de sus pasajes, el protagonista –que debe filtrar las noticias para construir la historia del régimen – se interroga sobre el enemigo. Recuerda que en la guerra eterna que pelea su país, hace poco tiempo el enemigo actual había sido su principal aliado. Al reflexionar llega a la conclusión que no importa con quien, lo importante es pelear con alguien. Creo que la lógica del enemigo eterno es simplista y además peligrosa. Muchos intendentes del conurbano aun guardan sus fotomontajes con el riojano. Todos tenemos un pasado. Además, ¿no sería más saludable y maduro el reconocer que todos los seres humanos – funcionarios o no -nos construimos con errores y aciertos?. Tratar de reescribir la historia todos los días, negando la realidad, es inútil y además costoso en términos de esfuerzo y capital simbólico.
Esperemos que estos acontecimientos puedan ser traducidos correctamente por lo que hoy lleva el nombre de dirigencia.